Hoy en día, la tecnología está profundamente entretejida en nuestra vida cotidiana y avanza a un ritmo extraordinario. Sin embargo, todos los avances tecnológicos conllevan el mismo grado de riesgo. En 2024, las filtraciones de datos a gran escala acapararon los titulares, mientras que la inteligencia artificial ampliaba los límites de la realidad, transformando nuestra forma de trabajar, crear e interactuar con la tecnología.

Con todo esto, 2025 está llamado a ser un año de profunda transformación en el panorama de la ciberseguridad.

En Gen, no esperamos a responder al cambio; nos anticipamos a él. Nuestros expertos se adelantan a las tendencias que redefinirán el sector, al tiempo que aprovechan la IA para el bien, con el fin de garantizar que la seguridad y la confianza sigan estando a la vanguardia. Esto es lo que vemos en el horizonte.

La IA difuminará la línea entre realidad y ficción

La inteligencia artificial no es sólo una herramienta poderosa, sino que se está convirtiendo en una fuerza que reconfigura la forma en que percibimos el mundo. Pero, a medida que se vuelve mejor, más inteligente, más realista y accesible, la IA difuminará cada vez más la verdad y el engaño, haciendo más difícil que nunca descifrar lo que es real.

Realidades hiperpersonalizadas

Los grandes modelos lingüísticos basados en IA (como ChatGPT, Gemini, etc.) avanzan a un ritmo increíblemente rápido y ofrecen interacciones hiperpersonalizadas que podrían alterar las percepciones y la toma de decisiones.

Imagine un mundo en el que la IA no sólo responda a sus preguntas, sino que se anticipe a sus necesidades.

Pero aquí está la contrapartida: para desbloquear esta experiencia de asistente personal sin fisuras, la gente está cediendo todo a la IA, incluidos calendarios, mensajes y aplicaciones. La hiperpersonalización tiene un coste: la erosión de la privacidad y la autonomía. ¿Está dispuesto a perder privacidad a cambio de comodidad?

Esto plantea cuestiones éticas cruciales: ¿Quién controla las narrativas que presenta la IA? ¿Cómo salvaguardamos el pensamiento independiente en un mundo cada vez más influido por la inteligencia artificial?

Creemos que las soluciones basadas en la IA deben garantizar la transparencia y la responsabilidad, proporcionando a las personas herramientas para navegar por estas hiperrealidades sin perder de vista dos cosas fundamentales: la verdad y la confianza.

IA en funciones sensibles

Sospechamos que la IA también se infiltrará en áreas que antes se consideraban exclusivamente humanas, como la crianza y la educación. Imaginemos una herramienta de IA que actúe como mentor de un niño, le ayude con los deberes o incluso haga de canguro digital. Aunque ofrece tiempo y paciencia ilimitados, desafía los límites de las funciones y responsabilidades que deben dejarse a los humanos.

Las implicaciones son profundas:

  • Redefinir las relaciones: La IA está a punto de transformar la familia, desde la crianza de los hijos y los animales domésticos hasta la compañía, haciéndose cargo de tareas rutinarias como la ayuda con los deberes y la gestión de los horarios, o incluso de las conexiones emocionales. Los momentos de unión, como los cuentos antes de dormir o las conversaciones cotidianas, desaparecen. Ahora que la robótica introduce la inteligencia artificial en el mundo físico, lo que está en juego es cada vez más importante: mascotas robóticas que sustituyen a las de verdad, niñeras con inteligencia artificial que calman a los niños y compañeros robóticos que llenan vacíos emocionales.
  • Formar mentes jóvenes: A medida que la IA se vuelve más atractiva, los niños pueden establecer vínculos más fuertes con las máquinas que con sus cuidadores, lo que cambia la dinámica familiar. Aunque la IA ofrece orientación y compañía personalizadas, una dependencia excesiva podría limitar el crecimiento social y emocional de los niños y dificultar las relaciones reales. Las familias deben equilibrar los beneficios de la IA con la necesidad de una auténtica conexión humana.

La cuestión social más amplia es la siguiente: ¿hasta qué punto permitiremos que la IA influya en la formación de la próxima generación?

La revolución de los deepfakes

Los deepfakes -medios generados por IA diseñados para imitar a personas reales- se están volviendo tan sofisticados que incluso los expertos pueden tener dificultades para distinguir la verdad de la invención. En 2025 se espera un aumento de:

  • Ataques personales: Los individuos despechados podrían utilizar deepfakes para acosar o extorsionar a otros, no sólo dirigiéndose directamente al individuo, sino creando medios falsos convincentes de miembros de la familia o amigos. Estos vídeos o clips de audio fabricados podrían utilizarse para manipular emocionalmente a las víctimas, difundir rumores falsos o incluso tensar las relaciones personales, amplificando el coste psicológico de tales ataques.
  • Manipulación política: Los gobiernos y los malos actores pueden aprovechar los deepfakes para dividir, difundir desinformación y desestabilizar las sociedades. Imagínese un discurso falso de un líder mundial anunciando políticas falsas: este tipo de contenido podría sembrar el pánico, erosionar la confianza en las instituciones y manipular la opinión pública. Los deepfakes también podrían dirigirse contra periodistas u opositores políticos, inventando escándalos perjudiciales o desacreditando fuentes fiables, lo que socavaría la confianza del público en los medios de comunicación. Esto pone de manifiesto la necesidad de un sistema en el que la autenticidad no sea negociable, y en el que la firma digital podría convertirse en la norma para restablecer la confianza.
  • Fraude financiero: Los vídeos o clips de audio falsos de ejecutivos podrían utilizarse para hacerse pasar por figuras de autoridad, convencer a los empleados de que transfieran fondos, revelar información confidencial de la empresa o aprobar transacciones no autorizadas. Por ejemplo, una comunicación comercial comprometida (BCC) puede producirse cuando un vídeo convincente de un director general dando instrucciones a un responsable financiero para agilizar un pago elude las salvaguardas típicas, debido a su autenticidad percibida y a la confianza establecida. La amenaza no termina con el fraude interno; los deepfakes también podrían dirigirse a inversores o clientes, socavando la confianza en las comunicaciones corporativas y causando daños a la reputación a largo plazo. Estos ataques podrían propagarse por las cadenas de suministro y los sistemas financieros, creando un caos sin precedentes.

Robo de datos: La amenaza polifacética a la identidad

El mundo digital funciona con datos y los ciberdelincuentes dominan el arte de aprovecharlos como amenaza polifacética para atacar a individuos, organizaciones y sociedades por igual.

Perfiles completos para estafas selectivas

Las violaciones a gran escala y las fuentes de datos públicas proporcionan a los delincuentes la materia prima para construir perfiles muy detallados de sus víctimas. Esto va más allá de un simple nombre y apellidos o una dirección de correo electrónico: los delincuentes reconstruyen «quiénes» son realmente sus objetivos. Saben dónde trabajan, a qué se dedican, cuáles son sus aficiones y hábitos. Con este conocimiento íntimo y esta información detallada, pueden:

  • Elaborar intentos de phishing hiperpersonalizados.
  • Lanzar planes de extorsión convincentes.
  • Hacerse pasar por servicios de confianza para explotar la confianza de las víctimas.

Por ejemplo, los atacantes que utilizan imágenes de los hogares de las víctimas durante los intentos de sextorsión demuestran cómo los ciberdelincuentes están evolucionando sus tácticas de manipulación psicológica.

Identificaciones olvidadas, nuevos objetivos: Cómo las cuentas antiguas abren nuevas puertas a los piratas informáticos

El individuo medio tiene cientos de cuentas en Internet. Además de las activas, también hay una plétora de cuentas antiguas que hace tiempo que desaparecieron, como viejas direcciones de correo electrónico de Hotmail o cuentas sociales como MySpace. Estas cuentas pueden olvidarse o abandonarse. Combinadas con la escasa adopción de la autenticación multifactor (MFA) y la práctica generalizada de la reutilización de contraseñas, estas cuentas olvidadas se convierten en puertas de entrada para los atacantes. Los ciberdelincuentes pueden pasar de una cuenta violada a otra, recopilando más información personal a cada paso y permitiendo ataques aún más precisos y dañinos.

Las estafas entran en la era de la hiperpersonalización

2025 marca el comienzo de las estafas hiperpersonalizadas. Los ciberdelincuentes ya no se basan en ataques amplios y esperan a que alguien pique el anzuelo. En su lugar, utilizan perfiles meticulosamente elaborados a partir de datos violados, registros públicos o restos de la Web oscura para adaptar sus ataques. No son aleatorios. Están diseñados para que parezcan personales, desarmantes y difíciles de resistir porque se basan en sus datos específicos: su propia identidad.

Estas estafas no parecerán estafas. Parecerán reales. He aquí algunos ejemplos:

  • Manipulación a medida: Imagine recibir un mensaje que haga referencia a una conversación que tuvo la semana pasada o que imite a la perfección el tono de un amigo. Los atacantes utilizarán detalles personales para elaborar estafas tan convincentes que desarmarán incluso a los más vigilantes.
  • Explotaciones psicológicas: Los prejuicios cognitivos como la urgencia, la confianza y el miedo se volverán contra nosotros. Los desencadenantes emocionales, como una crisis inventada en la que esté implicado un ser querido, harán que dudar resulte imposible.
  • Integración de plataformas: Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería se convertirán en los principales campos de batalla, con estafas que parecerán indistinguibles de las interacciones legítimas.

Esta es la realidad hacia la que se dirigen las estafas. Las fronteras entre lo auténtico y lo fraudulento se difuminarán, lo que nos obligará a replantearnos cómo defendernos de las amenazas. La tecnología, junto con la concienciación, la educación y la resiliencia proactiva, serán fundamentales para protegernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades en esta nueva era de engaños.

Robo financiero: La nueva frontera de la explotación

La guerra contra la seguridad financiera se está intensificando, y los atacantes están difuminando los límites entre el fraude digital y la coacción física. En 2025, los robos financieros alcanzarán niveles sin precedentes, impulsados por la innovación tanto tecnológica como táctica.

Un nuevo tipo de fraude digital

Los ciberdelincuentes utilizan herramientas sofisticadas para socavar la confianza y explotar las vulnerabilidades:

  • Estafas Deepfake: Imagínese un vídeo de un líder de confianza o una celebridad promocionando una inversión de alta rentabilidad. Estas falsificaciones convincentes atraerán a miles de víctimas, alimentando una nueva oleada de engaños financieros.
  • Mentiras de voz clonada: Los estafadores se harán pasar por funcionarios del gobierno, anunciando falsas distribuciones de ingresos o actualizaciones de políticas, llevando a las víctimas a plataformas maliciosas.
  • Estafas de criptomonedas con esteroides: Desde regalos falsos a plataformas de comercio fabricadas, la criptomoneda seguirá siendo un objetivo principal para los atacantes ávidos de oportunidades no reguladas y con grandes recompensas.

La ciberdelincuencia se vuelve personal

El robo financiero ya no se limita sólo al mundo digital. Ahora es cada vez más personal. El spyware y el malware vigilan silenciosamente los dispositivos, lo que permite a los atacantes acceder por la puerta trasera a las aplicaciones bancarias y eludir las medidas de seguridad tradicionales.

Esta amenaza cambiante nos obliga a replantearnos la seguridad financiera. No se trata sólo de proteger los dispositivos, sino también a las personas que están detrás de ellos. El único camino es la innovación audaz, la vigilancia colectiva y el compromiso inquebrantable de ir por delante de quienes se aprovechan de la confianza.

Nuestra visión de futuro

Los retos de 2025 exigen una acción audaz, un pensamiento innovador y el compromiso de proteger lo que más importa: la confianza. Y aunque no cabe duda de que las amenazas son cada vez más complejas, el futuro es prometedor y la tecnología desempeñará un papel fundamental para hacer que el mundo sea más seguro, más inteligente y más protegido. En Gen, no nos limitamos a observar estos retos, sino que nos adelantamos a ellos. Con productos como Norton Genie para la detección de estafas, Norton Small Business y Avast / Avast Business para una protección todo en uno, y LifeLock para restaurar lo que se ha perdido, protegemos su mundo digital y potenciamos la libertad digital.

Aunque tecnologías como la IA prometen un futuro más seguro e innovador, la incertidumbre a menudo se interpone en el camino del progreso. Aquí es donde vemos la oportunidad: educar, capacitar y liderar. Ayudando a otros a comprender y adoptar la IA de forma responsable, podemos garantizar que se convierta en una fuerza positiva que refuerce nuestras defensas e impulse la innovación.

No nos equivoquemos: la nueva tecnología genera nuevos riesgos. Sin embargo, también sirve como un poderoso catalizador para el cambio positivo, allanando el camino hacia un futuro más seguro y brillante.

Con cada nueva herramienta, cada amenaza en evolución y cada idea transformadora, estamos dando forma a un futuro en el que la innovación y la seguridad van de la mano.